Por un lado, estamos muy interesados en el proceso de construcción de las imágenes, en cómo aportar fisicidad, cuerpo y materialidad, a un conjunto de abstracciones que conforman nuestro imaginario histórico, social y cultural.
Para nosotros es fundamental entender cómo construir una imagen que sea vigente, que se actualice según se vea afectada por las claves culturales del contexto en el que se inscribe en ese momento. Por este motivo estamos constantemente revisando y revisitando nuestra propia obra y por ello nos interesa tanto el site specific, porque la obra en un contexto específico siempre te reta y se manifiesta como un proceso continuo y vivo.
De alguna manera, en nuestra relación con las imágenes, buscamos continuamente su otro lado, la bambalina y el andamiaje; lo que permite que la imagen se sostenga. Por otro lado (que quizás es lo mismo) otro de nuestros intereses más evidentes sea mantener la vigencia de nuestra memoria pictórica, amplificar y redimensionar la pintura, arrancándola del marco, del lienzo y liberándola del bastidor, para insertarla en un proceso de materialización y desmaterialización continuos.
Queremos hablar de lo pregnante, de la tensión pictórica, de cómo se construye la mirada.
Para nosotros es fundamental participar en la construcción física de las piezas, que siempre tienen un componente performativo y explorar los distintos medios y formas con las que “cocinar” el arte bajo una firme voluntad experimental. De ahí también que nos deslicemos sin pudor por cualquier tipo de medio artístico sea instalación, performance, vídeo, etc. y que incluso nos manifestemos artísticamente como eventuales curadores de arte contemporáneo o diseñadores de mobiliario, entendiendo la labor del artista como la de un productor de relaciones y vivencias en un campo siempre expandido y siempre poroso.